PROYECTO EDUCATIVO
Proyecto Educativo Institucional
Santa Claudina apreciaba profundamente la tarea de la educación considerándola como una obra espiritual, cuyo fin era –como expresaba el Padre Coindre-:
“Formar almas para el cielo por una educación verdaderamente cristiana”
Santa Claudina quería formar personas con una fe tal que iluminara toda su vida, que fuera el impulso de todo su obrar, y así, ir transformando su visión humana de los acontecimientos y de las cosas, en una visión sobrenatural que las ayudara a descubrir a Dios en todos los eventos grandes o pequeños de cada día. En fin, una fe consecuente con sus deberes religiosos.
Pero no se quedaba ahí. Ella tenía como meta: preparar personas capaces de ganarse la vida en un trabajo digno y de formar hogares felices.
Para lograrlo buscó los medios. Su sencillez nos descubre su corazón de madre, porque el amor es factor dominante en educación.
Por eso su pedagogía es:
- Preventiva. Supone mayor delicadeza de amor el quitar un obstáculo que pueda provocar una caída, que curar las heridas después de ella.
- Atenta a cada persona. Porque el amor es siempre personal, individual, como el amor del Buen Pastor, que conoce a cada una de sus ovejas y las llama por su nombre.
- De participación. Porque sólo el amor puede hacer la unión de una comunidad escolar compartiendo en una verdadera comunicación.
- Atenta a la formación práctica. Porque el amor no se contenta con ver la necesidad, sino que quiere dar los medios para remediarla definitivamente.
- Basada en la sencillez y en el espíritu de familia. Porque la Madre Fundadora había contemplado largamente al Maestro manso y humilde de corazón y, en El, había experimentado que todo se simplifica para el que ama.
- Estimulante. Para dar a todos la oportunidad de superarse, el deseo de realizar el sueño de Dios sobre cada uno de sus hijos “predestinados a reproducir la imagen de su Hijo” (Romanos 8, 29)
Hay un espíritu presente en estos testimonios. Un espíritu que lleva siempre a procurar el bien de los niños y que impulsó a la Madre y a sus primeras colaboradoras a la búsqueda de los medios mejores para adaptarse a las necesidades de su tiempo.
Juan Pablo II, en la homilía de la Beatificación nos lo confirmaba:
“Las instituciones y métodos pedagógicos de Claudina Thévenet siguen de actualidad; o sea, una educación rebosante de atenciones maternas, que procura preparar a las jóvenes a la vida con la adquisición de competencia profesional e iniciándolas gradualmente en sus responsabilidades futuras de esposas (esposos) y madres (padres); y sobre todo, educación profundamente cristiana porque no hay desgracia mayor -solía repetir- que vivir y morir sin conocer a Dios”.
Nuestro Colegio al igual que el informe Delors de la UNESCO, centra su educación en cuatro pilares o ejes fundamentales: 
- Aprender a conocer.
- Aprender a hacer.
- Aprender a ser.
- Aprender a vivir juntos.
Desde la concepción constructivista, Jesús María propone aplicar metodologías donde se promueva la interacción entre docentes y alumnos, como un proceso de construcción, orientado a la autonomía del educando con la guía permanente del docente facilitador del marco teórico referencial. Es decir proponemos una metodología activa, centrada en el alumno donde se alterne la interacción teórico - práctica, en las operaciones del pensamiento, lo que admite trabajar con proyectos, métodos de casos, trabajo de campo y aprendizajes asociativos.
En el trabajo áulico se presentan trabajos individuales y grupales con actividades que estimulen la cooperación, entendida como reciprocidad para exponer, debatir, demostrar, defender.
Jesús María, de acuerdo a la normativa vigente, entiende la evaluación como un instrumento de investigación de procesos y resultados que permite a través de la intervención y tratamiento de la información, comprobar hipótesis o introducir modificaciones.Colegio Jesús María
Sede Bella Vista.
